¿Qué aportes hacen el selenio, las vitaminas y el calcio, entre otros, a este órgano tan importante?
Selenio. Una baja ingesta de este mineral puede estar asociada con un mayor riesgo de cáncer y enfermedades cardiovasculares. Las principales fuentes de selenio son pescados, mariscos, nueces, hongos y carne.
Vitamina C. Es un antioxidante que disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular y está presente, en mayores cantidades, en las frutas cítricas.
Calcio y magnesio. Son importantes para el funcionamiento apropiado del corazón. Consumir entre 2 y 3 porciones de lácteos descremados por día permite obtener la dosis de calcio recomendada. El magnesio se puede incluir por medio de frutas, vegetales, nueces, pescados, semillas y cereales integrales.
Licopeno. Contiene carotenoides que disminuyen el colesterol malo y su principal fuente es el tomate, así como su salsa natural.
Alicina. Es un componente del ajo, eficiente para disminuir la presión arterial y el colesterol. Por ello, se recomienda su ingesta regular.
Vitamina D. Su deficiencia aumenta el riesgo de enfermedades del corazón y está ligado a otros factores de riesgo de enfermedad cardíaca, como presión alta, obesidad y diabetes. Se sintetiza con el sol y sus principales fuentes alimenticias son la leche, el salmón, las sardinas, los quesos y los cereales.