Existe una gran variedad de color y de aspecto dentro de las carpas y una de ellas es la carpa espejo, que tiene enormes escamas y se alimenta de crustáceos, moluscos y larvas de insecto.
De cuerpo consistente, robusto, pesado, poco comprimido y ligeramente curvado en el vientre y arqueado en el dorso, su boca es pequeña, con dos barbillas cortas de cada lado y su aleta caudal aparece hendida, con lóbulos redondeados. Su color es verdoso, con reflejos dorados y azulados.
Llega a medir más de medio metro. Debido a su gran tamaño deben ser mantenidas solamente en estanques grandes por lo menos de 3 mil litros, utilizando buenos sistemas de filtración para mantener el agua en las mejores condiciones. Soporta bajas concentraciones de oxigeno y temperaturas muy altas. En Argentina se las encuentra en el Río de la Plata, así como en ambientes lagunares del centro y norte del país.
