Son excelentes buceadores y alcanzan los 30 kilómetros por hora, ya que sus huesos son más densos que los de otras aves.
Sus patas actúan de timones bajo el agua. El tiempo que estas aves son capaces de aguantar la respiración varía según la especie, siendo el pingüino emperador el campeón, con sus impresionantes 18 minutos sin salir a la superficie para respirar.
Son capaces de dar saltos de hasta 2 metros de altura cuando emergen del agua y aterrizan en tierra.
Disponen de unas glándulas situadas encima de los ojos con las que eliminan el exceso de sal de su cuerpo. El sobrante lo expulsan por el pico.
Forman grupos para resguardarse del frío pero, también, para proteger los polluelos de posibles depredadores. Las colonias pueden estar formadas hasta por 9 mil individuos, sobre todo en época de cría.
La Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza cifra en 18 el número de especies de pingüinos existentes en el mundo.
