Hasta ahora se pensaba que la edad de nuestro planeta era de 4.530 millones de años, pero astrónomos alemanes, suizos y británicos calcularon que, en realidad, tiene entre 4.400 y 4.510 millones de años. Es decir, es entre 20 y 90 millones de años más joven de lo que se creía. Lo más importante, para los científicos, es que esta edad concuerda con la de la Luna. Los resultados de este estudio se basan en el análisis del impacto de los choques de otros cuerpos con la Tierra.