También llamada raya torpedo o raya negra lanza descargas de electricidad contra presas e intrusos. Algunas de ellas pueden generar hasta 220 voltios, suficientes para dejar sin sentido a un ser humano. Una raya eléctrica, tras unas cuantas descargas potentes, puede tardar varios días en volver a cargar la “batería de células” que tiene bajo la piel y realizar nuevas descargas. Algunas rayas utilizan señales de bajo voltaje para localizar a sus presas. Su alimentación es a base de plancton o pequeños animales invertebrados, de ahí que sus dientes sean menos afilados que las especies, fundamentalmente, carnívoras. Llegan a alcanzar un peso de 90 kilogramos y un largo de 1,5 metros.