El pez vela es el más veloz de los peces marinos al alcanzar una velocidad de 30 metros por segundo, lo que supone unos 109 kilómetros por hora, por lo que podría atravesar una pileta olímpica a lo largo, en menos de un segundo. Esta velocidad la logra gracias a un pedúnculo caudal muy poderoso y, además, se supone que la prolongación de su mandíbula superior es una ayuda para favorecer su hidrodinamia.