Las zonas en que hay más fallas son las que tienen más posibilidades de sufrirlos.
La corteza terrestre está formada por placas que se están moviendo constantemente, aunque no nos demos cuenta de ello. Durante su movimiento, algunas veces encuentran algún obstáculo en su camino y, puesto que siguen avanzando, chocan contra el mismo produciéndose, entonces, el terremoto. También se debe tener en cuenta la existencia de las llamadas “fallas”, que son unas grietas que se han formado en la corteza terrestre. Las placas antes mencionadas, en su movimiento incesante, también chocan, a veces, con estas fallas, provocando un terremoto. Las zonas en que hay más fallas son las que tienen más posibilidades de sufrir terremotos, como sucede en la ciudad de San Francisco, asentada encima de la falla de San Andrés. Tanto los terremotos producidos por interponerse un obstáculo en el desplazamiento de las capas de la corteza terrestre como los originados al chocar éstas contra una falla, reciben el nombre de terremotos tectónicos.